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211 Ceder
Se hace caricia el aire que te empuja cuando aceptas su soplo. Eres agua en el río y alcanzas fácilmente tu destino. Al caminar no dañas el suelo con tus pasos y cedes a la tierra que presiona tus pies, arraigas en la luz de cada instante. Hablas con quien te habla de lo que quiere hablar. Entran risas y llantos. Salen risas y penas envueltas en la misma aceptación. No opones resistencia a la carga de dulzura o violencia que traen las palabras. Dejas entrar la voz sin contenerla, apreciando la vida que se acerca y solo esperas no verte alejado de esta escuela de amor.