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323 Uno y dos
Siento que somos uno y sin embargo mi alma tiende zarcillos al viento de tus pasos. Mi alma busca la sombra de tus ramas, pues el temor de que pudieras irte vence aún al amor. Soy paciente con esto. Los recuerdos de tanto aprendizaje en campos de dolor quieren teñir de miedo la alegría de brillar juntos en la misma luz.