El río
Yo siempre estoy aquí
Pero no como el agua
Ella sabe fluir en la presencia
Llegar, estar, marcharse nada significan
No se detiene nunca
No hay tiempo para ella
Nada quiere alcanzar
De nada huye
Por miedo a la sed de otros días
Quisiera retenerla para mí
Pero cuando lo hago
Oigo su grito de dolor
Y se me abren las manos