Vas a enviar este poema.

"Aunque cesan las lágrimas"

Aunque cesan las lágrimas,
el origen del llanto permanece
arraigado en el centro,
incorporado al órgano invisible de la vida,
en el lugar exacto
que atravesó el fulgor de tu presencia.
Ahora conozco el peso
de la palabra siempre.
Siempre has estado aquí,
llenando este vacío.
Siempre ya estaré solo.
Siempre incompleto, andando,
opuesto a todo, renunciando a todo,
respondiendo preguntas imposibles
para abrir esa puerta
que has dejado cerrada.
Siempre queriendo recordar promesas
que no se pronunciaron,
besos que no se dieron,
vientre seco,
alimento que no se compartió,
cánticos de alabanza
que eran para cantarlos junto a tí
en la subida al monte
donde nos esperaba
el sol final de la perfecta unión.

El envío se hace por correo electrónico; por tanto se necesita tu email y el de la persona destinataria. Una vez enviado el mensaje, esta página descarta ambos emails y no conserva memoria del envío.

En el mensaje, junto con tu texto y el poema, se envía una referencia a esta página.

Si el envío va bien, recibirás una copia en tu buzón.