Vas a enviar este poema.

"Oración"

Gracias, Madre, por todas las mujeres
que me han dejado ver tu corazón.
Guárdalas junto a tí para la dicha
y tú nunca te apartes de mis ojos.

Gracias por la de órbita lejana y paralela,
cuya alma nunca conseguí penetrar,
abandonada a su placer pasivo
en todos los niveles de comunicación,
enseñándome así tantas cosas activas.

Gracias por la que supo
manipular sus proyectos y los míos
y me enseñó a reconocer lo irreal a la primera ojeada.

Gracias por la frágil bailarina
que sintetizaba ansiolíticos
a partir de las abiertas intenciones del amor
y con su mentira redimió mis culpas.

Gracias por la que se convirtió en imagen
sin pasar por la gozosa fase del contacto,
porque me ha permitido conocer un dolor ideal
sin apenas contaminación de esperanza.

Gracias por la dulce y honrada compañera sin tacha,
ofrecida y abierta, sin ataduras y sin velos de creencia,
que me ha mostrado de ella, de mí y de todo
lo único que no digo
porque es secreto íntimo entre tú y yo.

Gracias y perdón
por las mensajeras de una o pocas noches
que has enviado para enseñarme a amar en libertad
y que tan lamentablemente han fracasado.

Solo siento tener que decirte
que no puedo darte las gracias aún por una sola
a la que no soy digno de desabrochar la blusa,
pero que amo y abrazo
en cada pensamiento.

Pues ella es un misterio
que se parece demasiado a tí
y en cierto modo a mí.
Ella es la petición que te presento.
A pesar de mí mismo,
humilde y seria.

El envío se hace por correo electrónico; por tanto se necesita tu email y el de la persona destinataria. Una vez enviado el mensaje, esta página descarta ambos emails y no conserva memoria del envío.

En el mensaje, junto con tu texto y el poema, se envía una referencia a esta página.

Si el envío va bien, recibirás una copia en tu buzón.