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"Querido Leonardo (Cohen)"

Ahora que yaces y te extiendes
y todos los obispos y rabinos y monjes
y las monjas rapadas
te dejan descansar,
ahora que no puedes defenderte,
a título personal te declaro
Maestro Iluminado de la Incertidumbre.
Aunque no de manera definitiva,
pues sé que mereces mejor epitafio;
a alguien se le ocurrirá algo.

Pero ahora ya me he dado cuenta
gracias al Poder de la Atención Serena
de que todas las capas de la cebolla
comunican directamente con la vida
y también entre ellas.

Y sé que, poco a poco,
toda la luz que encierran tus billones de células
subirá por los tallos de la hierba
dispuesta a componer nuevos seres vivientes,
quizá con ganas de cantar de nuevo.

Así que, por favor,
aunque tu perspectiva actual modifique tu visión,
aunque hayas encontrado una repentina claridad,
aunque hayas quedado limpio de dudas,
o aunque mucho te tiente hacer una pasada cerca del Black Label
no vayas a empezar ahora a hacer el fantasma
y no se te ocurra venir a matizar
ni uno solo de tus versos,
y mucho menos a cambiar
una sola nota de una canción,
ni una de las doradas vacilaciones
que has dejado grabadas en mi memoria,
para que no tenga que cambiar mi decisión
y me pueda sentar en tu jardín,
donde vive la mujer de mi vida
con todas las demás
que también sedujiste sin poder evitarlo,
como lo hacías todo.

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