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"Enola Gay"

Es herencia de mi generación
el final del propósito del tiempo.
Casi en el mismo instante agonizaron inservibles,
memoria, entendimiento y voluntad,
la envoltura exterior del alma,
que permitía vivir a la manera humana.

A pesar de las opiniones correctas
Hitler y su familia -somos todos-
hicieron su trabajo muy bien,
al destruir definitivamente
la fe del hombre en la humanidad
y en cualquier otro objeto del lenguaje.
Su enemigo simétrico remató la faena
poniendo en su lugar -el lugar de la fe,
que está en el centro mismo de la vida-
un pánico imborrable.

He aquí la razón del éxito infinito
de las pelis de zombies,
que son nuestro retrato social más acertado.
También es la razón de la dificultad terrible
de educar a los hijos.
Desde entonces educar es mentir.
Ahora podemos comprender a nuestros padres, que lo vivieron.
Cómo cerraron los ojos a estas cosas
e inventaron historias que contarnos.

Aún así, se salvaron algunos
sorteando con indiferencia de piloto
la correcta política.
Muy pocos son inmunes, pero cantan muy hondo
y su voz no descansa,
como un hilo de oro
tendido entre los cielos y el barro de la ciénaga.

Hablan claro, respetan
el antiguo lenguaje del corazón del mundo
y sus palabras salen directas de sus hechos.
Como no mienten, el mundo finge que no se les entiende.

Lo que en la tele y en las redes veas de ellos
no es la verdad completa
y tendrás que acercarte mucho para saberlo.

No puedes encontrarlos en los libros,
sino en las cercanías del dolor y la muerte
enseñándome a mí, por ejemplo, a desprenderme
de mis altas murallas y de mi indiferencia.

Llevando a sus parientes y vecinos
al otro lado de la valla.
Recogiendo a los agonizantes en la calle
para ofrecerles una muerte humana.
Rechazando la compra del tiempo de sus hijos,
rechazando las ofertas por su precioso corazón,
rechazando las salmodias podridas de los templos,
rechazando los elogios
y aceptando la luz y el alimento
en la libertad de su alma.
Rescatando a los niños
y a todo ser humillado,
pero primero a los niños.

Unos están organizados a manera de coros,
otros desde los montes hacen sonar su voz solitaria,
los más viven calladamente a tu lado
y no los oyes, pero si no estuvieran
se cerraría el cielo.
Y todos estos cantan la verdad
redimiendo su voz y la de todos,
que estaba condenada.

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