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"Nunca estuvo ausente"
Ella es mi madre y no la conocía.
Me amaba y nunca estuvo ausente.
Conocía mi dolor y mi desconfianza.
Buscaba mi mano y enlazaba sus dedos con los míos.
Protegía en su pecho mi cabeza.
Me cantaba al oído, me arrullaba
y yo ya no escuchaba los ruidos de la calle.
Envuelto en ella no tenía miedo.
Ahora estoy despierto y puedo verla.
Parece que se aleja poco a poco,
pero su corazón está en el mío
y soy yo quien la abraza.