Vas a enviar este poema.
"El cuerpo"
En el vientre el continuo oleaje del océano
empuja la marea oscura y anhelante.
El pecho es el espacio sin límites del cielo,
donde crece la luz.
En el azul el corazón del niño ríe y juega
y transforma los fuegos en una fresca lluvia,
creando nuevos órganos cuando se necesitan.
Por encima de todo la estrella del origen,
de donde manas tú,
donde yo soy amado,
da su esplendor a la envoltura radiante,
la tibia madre piel que lo contiene todo
y espera su momento para abrirse.
Viéndola en uno mismo
¡Quién podría despreciar la belleza!